La ciencia parece haber encontrado la solución, con pequeños “robots” hechos de chapa de madera y mecanismos de rotación inspirados en la naturaleza. Las semillas se afirman a estos artefactos que son arrojados desde el aire y tienen la capacidad de enterrar la semilla autónomamente. Una innovación presentada en la revista Nature que permitirá mejorar la efectividad de la siembra aérea.
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