Desde el 2020 a la fecha, el Ministerio de Ciencia, a través del programa Start-Up Ciencia, ha apoyado a casi 300 empresas de base científico-tecnológica (EBCT) chilenas con financiamiento para su primera etapa de desarrollo. Sin embargo, debemos ser más ambiciosos y potenciarlas sistémicamente en su regulación y financiamiento. "Si este grupo -pequeño, pero de rápido crecimiento- logra desplegarse al máximo, tiene el potencial de transformar Chile", dice Carolina Torrealba, vicerrectora de Investigación y Doctorado de la Universidad Andrés Bello.
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